miércoles, 10 de marzo de 2010

ORACIÓN




Oración

Orar es elevar la mente hacia Dios para alabarlo, agradecerle o pedirle. Para alabarlo por el hecho de alabarlo, para agradecerle nuestra existencia y los favores, para pedirle su misericordia y su perdón.

Orar es conmemorar la unión. Orar es celebrar la ofrenda máxima., unirnos al Universo, unirnos al Todo. Independientemente de la religión que se profese, el que ora es la persona que se recoge interiormente , eleva su alma y medita profunda, fuerte e infinitamente con Dios.

Orar para la prosperidad es una de las cosas más hermosas que existen. Recuerda que a Dios se le agradece, se le alaba y se le pide. Hay un refrán que dice: “quien pide a Dios y pide poco, está loco”; por lo tanto, alaba mucho, pide mucho, agradece mucho. Agradece estar vivo, levántete todos los días y agradece estar vivo, estar bien, estar vibrando con la fuerza del presente. Vibrar con la fuerza infinita del presente es orar. Conectarse no solamente a través del lenguaje oral, sino a través de ese lenguaje sin palabras, del silencio. Orar hacia el silencio es un paso más. El silencio es la culminación de la oración.

Orar para bendecir es una de las cosas más hermosas que se pueden hacer. Te doy esta bendición céltica, de autor anónimo:
“Que alcances la paz entre las movedizas olas.
Que alcances la paz entre el soplo del viento.
Que alcances la paz en la tranquila tierra.
Que alcances la paz en las fulgurantes estrellas.
Que alcances la paz de la noche sosegada.
Que la luna y las estrellas derramen sobre ti su curativa luz y alcances la más profunda paz.”.
Bendición tradicional céltica
(4) Stanislav Grof. “La mente holotrópica”, (página 57), Editorial Kairós, Barcelona, 1994.

El Universo en oración es más que una cadena de sucesos. El Universo orando por sí mismo es considerado como un campo continuo de densidad variable, intercambio entre materia y energía, intercambio entre conciencia y luz. La energía, la luz y la materia se componen de ciertas pautas que tienen información sobre todas las ondas, de manera tal que cada haz de energía y de materia porta información de la totalidad. A través de la oración te conectas con esa totalidad.

El movimiento del todo hacia el Uno se realiza mediante la oración. La realidad es inconmensurable. Cada parte de la realidad contiene y refleja la totalidad. Somos seres integrales dentro de un campo que se conecta infinitamente con cada una de esas partes. La conciencia es ese proceso mediante el cual se consolida esa unión y, de este modo, su expansión involucra la pérdida total de límites, por lo que entonces, el ser se encuentra vinculado al Todo, reconociéndolo, concientizándolo y nutriéndose de esa totalidad. La oración es una vía para tomar conciencia de la totalidad.





Fragmento del Salmo 9-10 (página 702), “La Biblia de Jerusalén”:
“Te doy gracias, Yahveh, de todo corazón,
cantaré todas tus maravillas;
quiero alegrarme y exultar en ti,
salmodiar a tu nombre, Altísimo.”

Salmo 23 (página 714):
“Yahveh es mi pastor, nada me falta.
Por prados de fresca hierba me apacienta.
Hacia las aguas de reposo me conduce,
y conforta mi alma;
me guía por senderos de justicia,
en gracia de su nombre.

Aunque pase por valle tenebroso,
ningún mal temeré, porque tú vas conmigo;
tu vara y tu cayado, ellos me sosiegan.

Tú preparas ante mí una mesa
frente a mis adversarios;
unges con óleo mi cabeza,
rebosante está mi copa.

Sí, dicha y gracia me acompañarán
todos los días de mi vida;
mi morada será la casa de Yahveh
a lo largo de los días.”



Salmo 138 (página 821):

“Te doy gracias, Yahveh, de todo corazón,
pues tú has escuchado las palabras de mi boca.
En presencia de los ángeles salmodio para ti,
hacia tu santo Templo me posterno.

Doy gracias a tu nombre por tu amor y tu verdad,
pues tu promesa ha superado tu renombre.
El día en que grité, tú me escuchaste,
aumentaste la fuerza de mi alma.”




“Yo soy lo que el creador es: luego yo soy la presencia que bendice a todo ser. Yo soy el amor en todo ser.” (Página 124).

“Yo soy lo que el Creador es: luego yo soy la manifestación perfecta de cada hombre”. (Página 125).

“Yo soy lo que el Creador es: yo soy el Dios en acción en cada vida individualizada en el Universo. Yo soy la presencia que controla y equilibra la respiración y el aliento”. (Página 111).

“Yo soy lo que el Creador es: luego yo soy la presencia en el sueño que realiza los deseos de la conciencia”. (Página 112).

“Yo soy lo que el Creador es: luego yo soy” (p.158)
Yo soy el amor. Yo soy lo que el creador es.
Yo soy el amor en torno del cual giran todos los universos y los seres.
Yo soy la presencia omnipotente, omnipresente y omnisciente en cada ser, (página 113).
Yo soy la perfecta energía que actúa aquí y allá. Yo soy la única presencia, la única vida y la única salud, (página 84).
Yo soy lo que el creador es. Yo soy la inspiración perfecta y pura, yo soy la luz en la mente, yo soy la revelación perfecta de lo que la mente quiere saber, (página 85).

“Yo soy” Jorge Adoum, Editorial Kier, Buenos Aires, 1981.


Más oraciones:.
“La iluminación no implica la desaparición de la naturaleza de nuestros ojos.
El iluminado ve el mismo mundo que los demás pero no lo concibe de la misma manera,
como una colección de cosas separadas diferentes de él mismo”
(página 30).
“Todo en todo, cada hombre en todos los hombres, todos los hombres en cada hombre, todos los seres en cada ser, cada ser en todos los seres, todos en cada uno, cada uno en todos. Todas las diferencias son mentales por la mente en la mente de la mente. Al no haber diferencias no hay mente para diferenciar. (P. 116)
“La escritura sin letras”
“Puras y frescas son las flores con rocío; claro y brillante es el canto de los pájaros; las nubes son apacibles; las aguas, azules. ¿Quién ha escrito la Verdadera Palabra sin letras? Altivas son las montañas; verdes son los árboles; profundos son los valles; lúcidas son las corrientes; el viento es suave; la luna es tranquila; Serenamente veo la Verdadera Palabra sin letras” (página 118 y 119).
Samuel Wolpin, “Textos y meditaciones sobre el Zen”, Editorial Kier, Buenos Aires, 1984
Oración de Martin Luther King hijo:
“Todo el mundo puede ser grande...
porque cualquiera puede servir.
No tienes que tener un título universitario para servir.
No tienes que hacer que tu sujeto y verbo se pongan de acuerdo para servir.
Sólo necesitas un corazón lleno de gracia, un corazón motivado por el amor”.
(Página 37), “Sopa de Pollo para el Alma” de Jack Canfield y Mark Victor Hansen, Editorial Health Comunications, Deerfield Beach, Florida, 1995.



“Que tu amor brille perennemente en el santuario de mi devoción y que yo pueda despertar tu amor en todos los corazones. Sé Tú mi guía, mi Estrella Polar en el naufragio de mis pensamientos. Padre divino, enseña a todos los pueblos a vivir como hermanos en los Estados Unidos del Universo, guiados por tu verdad. Enséñame a abrir la única puerta, la de la meditación y la oración que conduce a tu divina presencia. Guía Tú mi razón, mi voluntad y mi actividad hacia el objeto divino, hacia lo real y verdadero. Enséñame a contemplar tu rostro en el espejo de mi quietud interna”, (p.16)


“Yo soy todas las cosas, Yo miro por los ojos de todos, trabajo con todas las manos y ando con todos los pies. Los cuerpos, morenos, blancos, aceitunas, amarillos, rojos y negros, son todos míos. Pienso con la mente de todos. Sueño todos sus sueños y son míos todos sus sentimientos. Todas las flores de alegría que abren en la tierra de todos los corazones me pertenecen. Yo soy el eterno reidor. Yo soy la ola del entusiasmo en todos los corazones. Soy el viento de sabiduría que orea las ansias y tristezas de todas las almas. Soy el gozo callado de la vida que penetra a todos los seres”. a, también, (páginas 88 y 89) “

“Meditaciones Metafísicas” de Paramahansa Yogananda, Editorial Kier, Buenos Aires, 1961.

martes, 2 de marzo de 2010

Meditación


Concentra tu mente en medio de las cejas, en el lago sin límites de la paz.
Observa los ondulantes círculos de paz externa a tu alrededor.
Cuanto más atentamente los observes,
más claramente sentirás el oleaje de paz que se extiende de tu entrecejo a la frente,
de ésta, al corazón, y de él, a todas las células de tu cuerpo.
Ahora las olas de paz han dejado la playa de tu cuerpo e inundan el inmenso territorio de tu mente.
La inundación de paz sobrepasa ahora los linderos de tu mente
y se extiende hacia el infinito,
a tu alrededor, en todas direcciones.
Medítalo, vívelo, siéntelo
(4)Paramahansa Yogananda: meditaciones metafísicas, p. 73. Editorial Kier, Buenos Aires, 1961
Meditación

Muchas personas hablan de meditación y a veces no se sabe exactamente qué es. Podemos decir lo que no es: meditar no es rezar, ni relajarse, ni reflexionar, ni pensar. También es al mismo tiempo eso y mucho más.

Meditar es acción, es actuar y fundamentalmente meditar es estar consciente de este preciso momento con todos los sentidos, con todo el cuerpo, con la mente, con el espíritu, en el instante profundo del presente.

La meditación es un proceso integral, físico, psicológico y espiritual y proporciona armonía con el infinito. Nos vincula a lo más grande y a lo más pequeño. Para meditar es preciso aquietar la corriente del pensamiento, respirar profundo y relajarse. Con la meditación nos podemos unir al cosmos y podemos ir por los caminos de la convergencia universal.

Cuando practicamos la meditación, nos vinculamos con el infinito, con lo inefable que hay dentro de cada ser, con lo maravilloso que hay en el universo. La meditación nos permite reconocer que cada cosa que existe tiene conciencia y que nos podemos percatar del despertar, entendiendo que nuestra existencia es relativa, que nuestro espíritu es eterno, y eso nos abre a esa eternidad de esa conciencia cósmica que radica, que vive en todo lo que existe.

Lo ideal para meditar es buscar un espacio en el que nos sintamos cómodos y podamos disponer de unos minutos para sentir el sonido del silencio. Para sentirnos unidos a lo que nos rodea, con el foco de atención puesto en nosotros mismos, en la conciencia y en el espíritu.


Cuáles son los beneficios de la meditación.

A partir de la segunda mitad del siglo XX muchos científicos se han dedicado a estudiar los efectos de la meditación sobre el cuerpo y sobre la mente, y han encontrado muchísimas ventajas en la práctica de esta disciplina, entre otras:

· relaja el cuerpo,
· libera del estrés,
· mejora la salud física y mental
· propician un mejor rendimiento en todos los aspectos;
· disminuye la fatiga,
· disminuye la angustia;
· aumenta la expectativa de vida,
· mejora la memoria
· aumenta la sensibilidad sensorial.
· mejora el rendimiento intelectual.

Para disfrutar de la meditación, lo primero que debemos hacer es meditar y para meditar hay diversidad de técnicas.
La verdadera meditación no es técnica. La verdadera meditación es experiencia vivencial, experiencia auténtica de conexión del Uno con el Todo.



Comienza en este momento a meditar:

Percibe todos los olores del ambiente,
percibe los colores, siente tu cuerpo total y absolutamente,

observa todo a tu alrededor.
¿Qué está sucediendo?,
¿qué procesos estás observando?,
¿qué procesos estás percibiendo?,
¿qué sonidos hay?,
¿qué sabores tienes en la boca?,
¿qué estás pensando?

Deja correr la corriente de tus pensamientos.
Deja andar la corriente de tus pensamientos
y deja fluir
deja que tu pensamiento se canalice hacia ese fluir. ... ...

Estás meditando.


Otro ejercicio de meditación:



Concéntrate en un sonido.
Por ejemplo, puede ser el sonido de tu nombre.

Cómo suena tu nombre.
Repítela muchas, muchísimas veces,
bien sea en voz alta o bien sea calladamente.
Repite tu nombre muchas, veces.

Mientras tanto estás respirando suavemente,
estás sentado en una posición cómoda,
o estás acostado, o estás parado.

Puedes estar sentado en el piso con las piernas cruzadas,
en la posición que los yoguis llaman “postura del sastre”,
respirando suavemente,
totalmente en relajación,

estás consciente de todo.

Sigue repitiendo tu nombre,

estás meditando.

Meditar es algo más que relajarse, más que reflexionar y más que pensar. Ya hemos visto los beneficios de la meditación. Hay muchas técnicas tradicionales para meditar. Todas son excelentes. Lo importante no es la técnica sino la acción de meditar en sí misma. Para meditar te puedes concentrar en un sonido, en una palabra, en un objeto o en un color. Todo ello para comenzar a conectar porque después de realizarse la conexión, el pensamiento cesa y la meditación se hace inefable, presente.

Puedes empezar también a meditar centrando la atención en algún símbolo o en un mandala. También puedes meditar disfrutando de palabras poéticas y hermosas dichas por alguna persona significativa o pensadas por ti.

Te voy a dar una meditación para que la disfrutes:
La risa inundó mi corazón
y de pronto desapareció la tristeza que sentía.
Con el silencio de la risa, apareció una luz que iluminó todo el horizonte de mi corazón.
Junto a la luz, llegó una hermosa presencia
que me trajo más luz y más esperanza.
Un panorama de belleza se tendió ante mí,
se tendió como un manto que me acaricia la piel .
Y así pude ver el horizonte, el cielo, el sol, los árboles,
y todo el paisaje cálido que me inspiraba esa presencia.
Aún puedo palpar la etérea luminosidad de ese paisaje.
Estoy vivo aquí y ahora.

Hay muchas formas de meditar; sin embargo, la forma fundamental es estar , ser en silencio con uno mismo. El mejor maestro de meditación eres tú mismo, porque muchas veces andamos buscando cosas fuera, cuando en realidad están dentro de nosotros.

A veces les exigimos a los demás más de lo que nos pueden dar y les pedimos sacrificios que nosotros mismos no estamos dispuestos a hacer. También podemos exigirnos demasiadas cosas. Por eso meditar es poner la atención de la conciencia en lo que está ocurriendo aquí y ahora . Quiere decir, por ejemplo, que si te estás bañando, te estás bañando. No estás pensando en otra actividad sino es en el bañarse. Si te estás lavando los dientes, te estás lavando los dientes.

La persona más importante de la cual se aprenden cosas es de uno mismo. No necesitamos ir tan lejos ni hacer tantos cursos para alcanzar la sabiduría o la prosperidad, porque conociéndonos profundamente vamos a encontrar la verdadera fuente de la riqueza: nosotros mismos.
Por unos segundos descríbete cómo percibes que eres.
Aprende en este momento algo de ti mismo
y comienza a conocerte, a amarte.
Siente la profundidad de tu ser y vibra contigo mismo.
Siente tu corazón latir con fuerza, vibra con él, siéntete torbellino, huracán, viento, fuego, aire, agua, tierra, metal y madera.
Un ser en el Universo Infinito.
Un ser infinito en el Universo Pleno.
Estás meditando.
El Universo es hermoso y pródigo
Respira profundo,
relájate suavemente, entrégate al momento.