sábado, 16 de enero de 2010

domingo, 3 de enero de 2010

respira, relájate, visualiza


VISUALIZACIÓN

Respirar, relajarse, visualizar:
movimiento secuencial perfecto que el cerebro recibe como premio,
le da su sello,
y lo transforma en círculo de luz que se proyecta hacia las estrellas
J.S.




Visualizar es una técnica que usa la imaginación para el logro de metas. Consiste en aplicar las capacidades de inventiva del hemisferio derecho del cerebro, para conectarnos con la energía creativa del universo.

Siempre hemos utilizado esa capacidad, solo que algunas veces en sentido negativo; al imaginar catástrofes, por ejemplo, estamos desarrollando inconscientemente una serie de bloqueos, limitaciones y dificultades, creando entonces una barrera en el nivel de los pensamientos, esta barrera nos impide desplegar al máximo nuestro potencial de excelencia.

El poder del pensamiento positivo ha sido uno de los más grandes descubrimientos de la psicología actual. Nuestro cerebro es capaz de producir una serie de sustancias tranquilizantes o estresantes, en relación con los pensamientos que tenemos en un momento determinado. También ocurre a la inversa, y como los hechos cerebrales son más una red de procesos que una cadena de sucesos, entretejidos de manera tal, que su complejidad alcanza niveles insospechados para la concepción meramente lineal y secuencial. Los pensamientos retroalimentan a las neuronas y viceversa.

Por eso resulta interesante aprender a visualizar el éxito, esto prepara al cerebro y anticipa los resultados deseados, desencadenando los procesos neurológicos que luego llevan nuestra conducta hacia la consecución de la meta planteada.

Visualizar es imaginar. Imaginar es crear una conexión neuronal que produce redes de ideas, las redes de ideas irradian energía en múltiples direcciones.

Las imágenes son tan reales como nuestras emociones y significan tanto como nuestros sueños. Lo que creamos es una realidad subjetiva y esa es la realidad del cerebro. Esa realidad tiene el poder de afectar a nuestro cuerpo y también a lo que sucede fuera de nosotros. Podemos prepararnos para ejercitar la imaginación. ¿Cómo hacerlo? El primer paso lógicamente es la respiración profunda; el segundo paso es aprender a relajarse. Ya eso lo sabes hacer muy bien.

Recuerda que el hemisferio derecho del cerebro, que rige la parte izquierda de tu cuerpo, se relaciona con la intuición, la creación de imágenes, la creatividad, la magia y el arte, mientras que el hemisferio izquierdo tiene que ver con las funciones de la lógica, el lenguaje, la racionalidad y el análisis. Dar rienda suelta a la imaginación y a las representaciones mentales nos permite llegar al flujo de las cosas. Cuando hacemos el mismo proceso; es decir, imaginar y colocarle palabras y pensamiento lógico a eso, nos abrimos a la transformación y estamos utilizando el cerebro en pleno. Por eso nos damos la oportunidad para cambiar y para disfrutar constantemente, de todas las capacidades posibles de nuestro cerebro.

Estamos acostumbrados a usar el pensamiento secuencial y por eso es por lo que a veces la imaginación se nos torna un poco difícil de manejar. Sin embargo, vamos a aprenderlo ahora, porque para trabajar la prosperidad necesitas ejercitar la imaginación. Recuerda que las grandes realizaciones concretas fueron primero sueños, ideas, imaginación y visualización de una mente creativa.

En el trabajo imaginativo las imágenes pueden cambiar las emociones y las sensaciones; de la misma manera pueden cambiar la experiencia y la realidad. Así que trabajar con imágenes y cambiar las imágenes negativas por imágenes positivas nos hace crear una nueva realidad: la realidad que cada uno de nosotros quiere y la realidad próspera que cada uno de nosotros necesita.


¿Cómo aprender a visualizar?

Lo primero, como ya dijimos es aprender a respirar y lo segundo, aprender a relajarse. Al hacer esto se puede empezar a crear una imagen mental. La imagen vendrá por sí misma, siempre y cuando la voluntad se dirija hacia el interior y la concentración y la centración estén también dirigidas hacia adentro. Te puedes colocar en posición sentada, acostada, sentado en el piso con las piernas cruzadas, como tú desees; lo importante es aprender a inspirarse.



Cómo desarrollar la imaginación:

Si por ejemplo no tienes la capacidad de visualizar. Recuerda que visualizar es ver adentro. Ese ver adentro es muy importante y se puede lograr, viendo, sintiendo, percibiendo con el cuerpo, viendo las palabras, puedes lograr lo que quieras. Lo importante es visualizar.


Si te cuesta trabajo visualizar
vamos a hacer un pequeño ejercicio:


Busca un cuadro o una foto con paisaje natural
o simplemente una rosa.

Observas tu objeto o tu cuadro,
cierras los ojos y lo tratas de ver en tu mente.
Eso es.
También puedes aprender a recordar con los ojos abiertos
una escena que te ocurrió en el pasado,
después cierras los ojos
y vuelves a recrear detalladamente esa misma escena.

También puedes emplear los sentidos no visuales para imaginar;
por ejemplo, recordar sonidos.
Recordar por ejemplo, cómo suena una olla de grillos,
imagínate cómo hace una chicharra,
imagínate cómo suenan los aplausos
o cómo suenan los cristales
cuando uno les da con las manos, con las uñas.

Lo importante es tomar un objeto muy sencillo
y comenzar a visualizar.
Si no ves las imágenes
puedes aprender a hacerlo con este sencillo ejercicio.




Si te cuesta mucho visualizar,
también puede ser porque verbalizas mucho las situaciones.
Si tu caso es ése,
practica mirando durante unos minutos todo lo que tienes a tu alrededor sin mencionarlo, ni catalogarlo, ni clasificarlo,
simplemente observarlo.
Así puedes ver, por ejemplo, una imagen en las tapas de los libros o revistas,
y las recuerdas describiéndolas totalmente,
simplemente con la imaginación, sin nombrarlas.

Estás ejercitando tu hemisferio derecho.
Si las empiezas a nombrar, no importa.
Vuelve a verlas y vuelve a meterlas dentro de tu cabeza,
es como introducir las imágenes adentro de la cabeza.

Cuando mejoras tu imaginación, si estás relajado es mucho mejor.
Deja que surja la imaginación.
Espérala, no la fuerces.
Cuando ella llegue, la aceptas.
Lo que aparezca estará bien
y será muy útil
aunque te parezca tonto o inverosímil.

Al principio puede ser que tome tiempo.

Después de practicar va a ser mucho más sencillo.